jueves, 29 de noviembre de 2012

El efecto del humor en el trabajo


Ya sabe cómo son estas cosas: se ve envuelto en un enorme atasco cuando va camino del trabajo. Un maleducado conductor hace un brusco viraje delante de su coche y el café con leche que se acaba de comprar se le cae por encima. Llega tarde y de un humor terrible. A partir de ahora, el día simplemente va cuesta abajo y no consigue rendir en el trabajo.
¿Es realmente cierto? Todos hemos tenido malas mañanas. Pero, ¿influye tanto el estado de ánimo sobre el resto del día y sobre su rendimiento en el trabajo? Después de todo, a algunas personas les gusta el estrés; para otras, tal vez empezar a trabajar les ayude a librarse de ese mal humor con el que comenzaron el día.
“Me interesa saber qué es lo que la gente aporta a las organizaciones”, dice la profesora de Gestión de Wharton Nancy Rothbard. “De acuerdo con mi experiencia, y la experiencia de muchos otros, la gente no es capaz de separar y compartimentar las diferentes partes de sus vidas. Existe cierto efecto derrame entre los múltiples papeles que la gente adopta”.
Son muchos los estudios que se han elaborado estas dos últimas décadas sobre los conflictos entre trabajo y familia, señala Rothbard, “sin embargo, apenas existen estudios que examinen con atención cómo el buen o mal humor afecta los resultados de los trabajadores”. En particular, Rothbard y Steffanie Wilk, profesora de Fisher School of Business de la Universidad Estatal de Ohio, querían descubrir qué acontecimientos -y consiguiente cambio de humor- tenían un mayor efecto sobre los resultados, si es que tenía alguno: aquellos que modificaban su humor al comienzo del día o los que causaban subidas y bajadas de su estado de ánimo a medida que la jornada laboral avanzaba. Los resultados del estudio realizado por Rothbard y Wilk pueden encontrarse en el artículo Walking in the Door: Sources and Consequences of Employee Mood on Work Performance (Llegar al trabajo: fuentes y consecuencias del humor de los empleadossobre sus resultados en el trabajo).
Las investigadoras encontraron que tanto un estado de ánimo positivo como negativo afectan a la productividad del trabajador, pero que el efecto causado por el buen humor es mucho más poderoso. Y lo que es más importante, descubrieron que el humor con el que llega al trabajo tiene un efecto mayor sobre el estado de ánimo del resto del día –y sobre los resultados obtenidos en el lugar de trabajo-, que los cambios de humor provocados por hechos puntuales acontecidos en el trabajo. En opinión de Rothbard, este descubrimiento sugiere que se podrían mejorar los resultados de un negocio ayudando a los empleados a sobrellevar las cosas que les ocurren en sus vidas privadas y afectan a su estado de ánimo, como por ejemplo aconsejando a los empleados cómo minimizar las molestias asociadas al transporte diario u ofreciendo asesoramiento para resolver problemas familiares.
“El hecho de que el humor con el que se comienza el día tenga un efecto tan poderoso y consistente es por sí bastante impactante”, dice. “Es algo que las organizaciones no se toman en serio”.
¿El conductor maleducado o el cliente cascarrabias?
Para examinar los efectos del estado de ánimo, la primera pregunta que se hicieron Rothbard y Wilk fue “si el humor con el que llegaron al trabajo afecta al humor con que el empleado realiza su trabajo durante el día ... En segundo lugar, estamos interesadas en saber si el humor con que trabaja el empleado está más influenciado por el estado de ánimo con que la gente comienza el día o por los cambios de humor causados por algo que ocurra durante el resto de la jornada laboral”.
En otras palabras, ¿qué es lo que te molesta más? ¿El maleducado conductor que se mete delante de su coche o el cliente cascarrabias que tiene al teléfono?
Rothbard y Wilk querían mejorar los resultados obtenidos de otros investigadores sobre “contagio emocional”, esto es, esas ocasiones en las que el humor de una persona influye sobre el de otras “a través de un proceso de observación, mimetismo y sincronización”. Las dos investigadoras también querían controlar cualquier efecto derivado del temperamento subyacente de los empleados; en otras palabras, el estado anímico habitual que el trabajador suele tener a menos que determinados acontecimientos lo modifiquen. Eliminando este “rasgo de afectividad en los resultados que se obtienen en el trabajo”, se quería determinar el efecto de los acontecimientos más efímeros que modifiquen el humor.
“El estado de ánimo con el que se empieza el día puede estar causado por un montón de motivos, incluyendo constantes retos y oportunidades en la vida, experiencias familiares negativas o positivas antes de ir a trabajar, o incluso el viaje hasta llegar al trabajo”, escriben. “Los ámbitos no laborales y laborales son permeables, y las investigaciones sugieren que el humor a menudo se desborda de uno al otro ... Concretamente, el estado de ánimo con el que se comienza el día podría afectar el modo en que reaccionamos ante los acontecimientos posteriores”.
Rothbard y Wilk estudiaron a trabajadores de centros de atención de llamadas dependientes de una gran empresa aseguradora localizados en la costa Este y Oeste de Estados Unidos. Entre los empleados se encontraban responsables de servicios a clientes, asistentes de reclamaciones y liquidadores de reclamaciones, así como sus supervisores y managers. Los empleados cumplimentaron unas encuestas preliminares “para obtener información básica sobre sus rasgos de afectividad”, esto es, la tendencia natural de cada uno a estar feliz o triste. Esta información básica permitió a las investigadoras determinar cómo los hechos que ocurrían durante el día iban modificando su humor.
Los 29 representantes de servicios a clientes atienden por término medio unas 64 llamadas diarias, y pasan prácticamente toda su jornada laboral al teléfono. Escuchando algunas de sus llamadas, las investigadoras encontraron que los clientes expresaban emociones tan diversas como felicidad, frustración, enfado, miedo o tristeza.
Durante un periodo de tres meses Rothbard y Wilk pasaron encuestas, las cuales aparecían en la pantalla del ordenador de estos representantes en algún momento del día, para evaluar su estado de ánimo y dar una valoración del humor de sus clientes. La encuesta típica contenía preguntas como si habían empezado el día sintiéndose animados, entusiastas, molestos o irritables, y las respuestas iban en una escala de 1 a 5. En diversos momentos del día se pedía que volviesen a cuantificar de nuevo su estado de ánimo, así como el de sus clientes (si eran maleducados, estaban tranquilos, eran hostiles, insultaban, estaban alegres o se sentían frustrados). Al menos dos veces al día los representantes respondían preguntas sobre cómo creían que se había desarrollado la conversación telefónica más reciente.
Además, las investigadoras tenían acceso a los índices de resultados empleados por la empresa aseguradora para evaluar el trabajo de los representantes. Estos datos informatizados mostraban información como el porcentaje de tiempo sobre la jornada laboral que cada representante dedicó a atender llamadas; o lo que es lo mismo, el tiempo en que abandonaron su puesto. También se evaluó el número de llamadas que cada representante atendía por hora; obviamente cuanto mayor fuese la cifra, mejor la consideración.
Después de controlar por el temperamento de los representantes, Rothbard y Wilk encontraron que los representantes que empezaron el día de buen humor solían llegar al final del día de buen humor. Este hecho se reflejaba en una fuerte correlación de 0,36 (siendo el valor 1 la correlación perfecta) entre un estado de ánimo positivo al principio del día y un buen humor durante el día. Los representantes que empezaron del día de mal humor también solían continuar el resto del día de ese modo, y la correlación alcanzaba la cifra de 0,38.
“Un estado de ánimo positivo al comienzo del día tiene efectos positivos y afecta positivamente al humor del empleado durante el día”, descubrieron las investigadoras añadiendo que “asimismo, el mal humor al comienzo del día tiene efectos negativos y afecta negativamente al estado de ánimo del trabajador para el resto del día, incluso después de tener en cuenta influencias recibidas en el trabajo, como por ejemplo la interacción con los clientes”.
Dichos resultados no son muy sorprendentes, pero el estudio descubría un giro inesperado en lo que se refiere a cómo los representantes reaccionaban ante el humor de los clientes. Cuando los representantes creían que sus clientes estaban de buen humor, su propio ánimo solía mejorar, con una correlación de 0,25. Pero el ánimo de los representantes no solía decaer cuando creía que sus clientes estaban de mal humor. En estos casos la correlación era 0,08.
Cuando el estado de ánimo de los representantes al empezar el día era bueno, y el cliente también estaba de buen humor, el humor de los representantes seguía siendo bueno. Pero cuando el estado de ánimo de los representantes al empezar el día era malo, no solía empeorar cuando el cliente también estaba de mal humor. Los representantes con menos tiempo en el lugar de trabajo se mostraban más afectados por el mal humor de los clientes. Esto sugiere que el mal humor de los clientes tiene un menor efecto sobre el humor de los representantes, o que los representantes se insensibilizan ante interacciones poco placenteras o bien dejan la empresa si no son capaces, dice Rothbard.
“En general, el análisis combinado sugiere que el humor que se tenía al comienzo del día tenía un efecto más consistente que el humor percibido en los clientes, ya que el mal humor de los clientes no parecía afectar consistentemente el ánimo de los empleados para el resto del día”, concluyen las investigadoras.
La investigación sobre los resultados de los trabajadores mostraba un apoyo “parcial” de la hipótesis de que las personas trabajan mejor cuando están de buen humor. Los trabajadores que estaban de buen humor dedicaban más tiempo a tratar con los clientes, probablemente porque habían hecho menos descansos. Los representantes más felices también solían transferir menos llamadas. Pero estar de buen humor no causaba la atención de más llamadas por hora.
El efecto de un estado de ánimo negativo era algo diferente. Los representantes de mal humor atendían menos llamadas por hora y pasaban menos tiempo en su trabajo. Pero el mal humor no aumentaba significativamente su transferencia de llamadas o reducía el tiempo que dedicaban a los clientes.
¿A qué nos lleva todo esto?
“Uno de nuestros descubrimientos muestra que el humor con el que la gente llega antes de ponerse a trabajar afecta al humor con el que transcurre el día de un modo más poderoso y consistente que cualquier otra variable”, escriben Rothbard y Wilk. “También encontramos que en general, tal y como se esperaba, el estado de ánimo de los clientes afecta al humor de los trabajadores. Resulta interesante que las interacciones con los clientes tan sólo afecten a los trabajadores menos experimentados. Por último, mostramos que el humor cotidiano en el trabajo puede afectar al rendimiento en el mismo”.
El estado de ánimo al comienzo del día posiblemente sea más relevante porque se debe a acontecimientos que son más importantes para los trabajadores que las interacciones con los clientes, señalan los autores. También es posible que los trabajadores estén formados para saber gestionar los ánimos de los clientes pero sin embargo no reciban formación para gestionar el humor con el que cada uno comienza el día. En su opinión, las futuras investigaciones deberían examinar los diferentes eventos que pueden influir sobre ese estado de ánimo inicial.
“Creo que lo interesante de estos descubrimientos es que el buen humor con el que vas al trabajo tiene un efecto tremendamente poderoso”, dice Rothbard. “La gente sabe realmente cómo dejar a un lado su mal humor. Lo interesante para las organizaciones es comprender que lo que la gente lleva consigo al trabajo no tiene por qué ser malo para la organización, y de hecho puede ser muy positivo”.

EL ACEITE DE OLIVA Y LA SALUD


El aceite de oliva no solo es beneficioso por su carácter alimenticio, sino que también tiene extraordinarias propiedades curativas y saludables. Aunque hay que señalar que el aceite de oliva no posee hoy en día el carácter divino  que se le atribuye en otras épocas, ni la condición de fuente energética imprescindible en la alimentación, pero sí representa el nuevo mito de la salud y de la preocupación por una dieta sana y equilibrada, además de constituir ese componente ancestral que todos conservamos en nuestros hábitos y costumbres. Todos esos factores mantienen en vigencia este producto maravilloso que alguien ha bautizado como “ORO LÍQUIDO”, por esta razón  al aceite de oliva se le considera un elemento mitad alimento mitad medicina


El aceite de oliva es llamado el oro líquido ya que tiene propiedades muy buenas para la salud


El aceite de oliva, distintivo de nuestra dieta mediterránea, es la grasa con la que mejor se fríen los alimentos, ya que forma una capa más consistente a su alrededor. Gracias a ella, los alimentos retienen sus jugos y no absorben más aceite. Aunque puede alcanzar altas temperaturas (180ºC), es el que menor alteración sufre durante el calentamiento por lo que puede reutilizarse más veces que otros aceites. Además se trata del aceite vegetal que contribuye con un mayor número de factores beneficiosos para nuestra salud.  
Estudios realizados por las cátedras de Cardiología y Bioquímica Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza  demostraron que la sustitución del consumo de aceite de girasol por aceite de oliva durante diez semanas redujo en promedio un 13% del colesterol sanguíneo. El aceite de oliva ejerce gran influencia sobre el organismo, a continuación detallaremos los efectos sobre los distintos sistemas y aparatos


SOBRE EL APARATO DIGESTIVO  
                    - Disminuye la secreción de  la acidez gástrica.  
                - Disminuye la actividad secretora del páncreas sin afectar a la digestibilidad de los alimentos.  
                - Mejora el vaciamiento de la vesícula biliar, lo que evita la formación de cálculos biliares.
                - Mejora la absorción intestinal de diversos nutrientes, especialmente los inorgánicos, corrigiendo enfermedades como la anemia (mejora la absorción del hierro).
 

SOBRE EL SISTEMA CARDIOVASCULAR

                    - Provoca una disminución del colesterol total en sangre.
 
                - Disminuye el colesterol LDL( el malo).  
                - No modifica los niveles de colesterol HDL ( el bueno).
 
                - Estimula la producción de vasodilatadores ( mejora la fluidez de la sangre).
 
                - Disminuye la capacidad de oxidación del colesterol LDL, lo que evita el infarto  por ateroma.  
                    - Disminuye la presión arterial.



                                 Tensiometro. El aceite de oliva nos ayuda a regular nuestra tensión arterial


 SOBRE LOS PROCESOS OXIDATIVOS

                - El aceite de oliva es un gran impedimento para la oxidación celular, por lo que contribuye a prevenir muchas enfermedades e, incluso, la vejez prematura.  
             - Sobre los enfermos de diabetes: Mejora el perfil lipídico del enfermo.
 
             - Disminuye la glucemia, lo que permite rebajar las dosis diarias de insulina.
  
OTROS USOS MEDICINALES DEL ACEITE DE OLIVA

                - Plinio el Viejo, en el Siglo I, ya empleaba las hojas de olivo ( solas o mezcladas con aceite o miel) para cicatrizar úlceras, y el aceite contra la fiebre, el cansancio muscular y las convulsiones tetánicas.  
             - La medicina homeopática prescribe hojas uy corteza de olivo en infusión contra la hipertensión porque contiene un glucósido amargo de acción hipotensora.  
             - Como laxante, emoliente y protector de las inflamaciones del tracto intestinal.

             - En uso tópico, en enemas, en ciertas dermatosis ( eczemas, psoriasis) o en quemaduras, en forma de linimento óleo-calcáreo.  
             - También lo recomiendan los dermatólogos en la limpieza de la piel para facilitar la acción curativa de las pomadas.  
             - En Kenia y Tanzania, los masai utilizan las raíces de olivo molidas para protegerse de la malaria  (práctica, únicamente, de fundamento homeopático)  
REMEDIOS CURATIVOS CON EL OLIVO Y  EL ACEITE DE OLIVA.

            ABANDONAR EL HÁBITO DE FUMAR. Contra el hábito de fumar podemos señalar la antigua usanza popular probada eficazmente por mucha gente. Cada mañana, en ayunas, se deben tomar 5 gotas de Aceite de Oliva Virgen Extra en una cucharilla (preferiblemente de plata, ya que ayudará a no estropear la acidez del Aceite). la sabiduria popular dice  que, poco a poco, se debería ir eliminando los peligrosos efectos adictivos de la nicotina...  


           ACNÉ: Friccionar  la parte afectada con un cuarto de litro de aceite de oliva en el cual se han disuelto 100 gotas de aceite esencial de lavanda. También podemos lavarnos la parte afectada con jabón casero hecho a base de Aceite de Oliva Virgen extra y sosa.  

          ARTROSIS: Dejar macerar al sol durante 20 días 80 g de flores de manzanilla secas en medio litro de aceite de oliva. Filtrar y usar para dar masajes.  

          CÁLCULOS O PIEDRAS DE VESÍCULA. Para las piedras de vesícula tomar todos los días en ayunas una cucharada de Aceite de Oliva Virgen con limón.  

          CIÁTICA. se prepara una cataplasma macerando durante dos días, 200 gramos de harina de maíz, 400 gramos de aguardiente, 200 gramos de higos secos triturados- machacados y 20 gramos de mostaza negra en polvo. Cuando los componentes se han embebido el alcohol y forman una pasta, ésta se extiende sobre la parte enferma untada antes con Aceite de Oliva Virgen. La aplicación durará de 2 a 3 horas.


          ECZEMAS: Masajear la parte afectada con aceite de oliva extra virgen.  

          ENCIAS: Para mantener las encías siempre sanas masticar con frecuencia hojas de olivo frescas.


          ESTREÑIMIENTO. Mezclar y tomar una infusión de manzanilla con una cucharada sopera de Aceite de Oliva Virgen  

          CONTRA LAS HEMORRAGIAS.: Traer del campo una hierba llamada ruda y dejarla secar. Machacarla y hacerla polvo. Aplicar este polvo a las heridas solo, con un poco de Aceite de Oliva Virgen o disuelto en cocción con un poco de agua. La hemorragia se corta y la herida sana rápidamente.  

          HEMORROIDES: Lavarse con agua templada o caliente la zona afectada con jabón casero hecho con Aceite de Oliva Virgen extra y sosa. Aclarar con agua bien fría.


          HINCHAZONES: Machacamos un diente de ajo junto a un trozo de algodón o gasilla. Untamos la parte afectada con un poco de Aceite de Oliva Virgen y ponemos la gasilla anterior envuelta en otra gasa. Dejaremos hasta que la hinchazón se rebaje.  

          HIPERTENSIÓN: Dejar hervir 40g de hojas de olivo en un litro de agua, filtrar, endulzar y tomar dos vasos pequeños al día.  
          INSOLACIÓN: Dejar macerar al sol durante quince días unas flores de hipérico recubiertas de aceite de oliva, filtrar y usar para masajes. Es un remedio excelente para cualquier tipo de quemaduras.  
          OTITIS: Verter dos gotas de aceite de oliva tibio en el conducto auditivo, o aplicar un palillo de algodón empapado en aceite tibio.  
          QUEMADURAS Y ERITEMAS SOLARES: Para quemaduras, una receta tan extraña como maravillosa. Cuando nieva se recoge un poco de nieve recién caída y mezclarla con un cuarto de litro de aceite de oliva en una botella de vidrio oscuro. Untar esta mezcla, previamente agitada, en casos de quemaduras. O bien mezclar aceite de oliva y claras de huevo y colocar en las partes afectadas.
 Para eliminar el eritema solar preparar un linimento óleo-calcáreo: mezclar 100g de aceite de oliva extra virgen con 100g de agua de cal. Poner en una botella y agitar antes de su uso, pasar delicadamente sobre la zona afectada.

Para a aliviar el dolor de las quemaduras frotárselas con jabón casero hecho de Aceite de Oliva Virgen y sosa. 
          REUMATISMO: Mezclar el aceite de oliva virgen extra con un poco de alcanfor hasta que éste se disuelva. Después  masajear la parte dolorida, los dolores se atenuarán inmediatamente.  
El remedio más eficaz es sin duda poner sobre la parte dolorida un emplasto de orujo de aceite de oliva fermentado. Antiguamente esta aplicación se realizaba en lugar de fango. Cocer col en agua, con cebolla, zanahoria (30 ó 40 gramos en conjunto) y el zumo de un limón. Añadir unas gotas de Aceite de Oliva Virgen y tomar una taza cada hora.  
          SABAÑONES.: Aplicar directamente Aceite de Oliva Virgen sobre las zonas afectadas por los sabañones
           TORCEDURAS: Torceduras, dolores musculares, tendinitis y neuritis tendrán alivio rápidamente con masajes hechos con una mezcla de  aceite de oliva y ajos aplastados. También se puede usar trementina en lugar de ajos.  
           ÚLCERAS DE LAS VENAS VARICOSAS: Dejar macerar durante tres semanas un ramillete de lampazo (Arctium lappa) en un litro de aceite de oliva. Aplicándolo sobre las piernas enfermas se acelera la cicatrización de las úlceras. El alivio es inmediato.

viernes, 11 de mayo de 2012

SINDROME DE VISTA CANSADA POR COMPUTADORA

Los dolores de cabeza, el enrojecimiento ocular, la fatiga general, el bajo rendimiento y el fastidio durante la jornada laboral, pueden estar ocasionado por el esfuerzo que realizan diariamente sus ojos al trabajar frente a una computadora.
El continuo trabajo ante una pantalla de computadora genera problemas oculares y de visión conocidas como Síndrome de Visión en Computadora (SVC por sus siglas en inglés) la American Optometric Association señala que este se caracteriza por síntomas como visión borrosa, lagrimeo e irritación ocular, doble visión, ojos secos, dolor de cabeza, espalda y cuello, así como fatiga general.
Se define al Síndrome de Visión de Computadora, como la condición resultante del excesivo uso de monitores de computadora o terminales de video. El paciente se puede quejar de cansancio visual, hiperemia, cefalea, visión borrosa transitoria o diplopía, así como dolor de nuca y de espalda. Los síntomas oculares son causados por demandas acomodativas continuas producidas por los píxeles o pequeños puntos luminosos del monitor de computadora que son difíciles de mantener enfocados.
En aquellos empleados que pasan más de tres horas diarias trabajando en una computadora, estos síntomas son precursores, a su vez, de problemas en su desempeño tales como bajo rendimiento laboral y disminución de productividad.
Sin embargo, en personas con problemas de corrección visual como astigmatismo, miopía, hipermetropía y presbicia, el exponer los ojos a largas jornadas en la computadora, puede agudizar el desarrollo del síndrome y la evolución de su problema visual.
Mitos y realidades de la salud en los ojos

·         Mito: Si se usan demasiado los ojos “se gastan”; sentarse muy cerca del televisor es malo.

·         Realidad:  El estar en constante exposición  con video terminales en casa, escuelas o trabajo puede llegar a provocar algún problema en la calidad  de la visión, principalmente estrés y fatiga ocular.

·         Mito: Si se usan anteojos es porque los ojos no son saludables.

·         Realidad: Necesitar anteojos no tiene nada que ver con la salud de los ojos. Una persona que los utiliza simplemente tiene alguna variación normal en el tamaño o forma del ojo, o algún cambio que ocurre con la edad, como la presbicia o vista cansada.

·         Mito: No hace falta hacerse un examen de los ojos hasta tener unos 40 años o más.

·         Realidad: Las enfermedades de los ojos pueden ocurrir en cualquier momento. La visita al oftalmólogo debe ser, como la del dentista o el ginecólogo, ir por lo menos una vez al año. A medida que las personas envejecen, los ojos corren más riesgo de desarrollar enfermedades visuales, como glaucoma, cataratas o degeneración macular.

·         Mito: Comer muchas zanahorias es bueno para tener ojos saludables y gozar de una excelente visión.

·         Realidad: La buena nutrición es importante para la salud en general, incluyendo los ojos. La fama de las zanahorias es que contienen vitamina A que, en pequeñas cantidades, es necesaria para el buen funcionamiento de los ojos. Sin embargo, demasiada vitamina A también puede ser dañina si no se sigue una dieta bien balanceada.

Consejos para la prevención  del síndrome de vista cansada por computadora.
·        Mantener la pantalla del ordenador ligeramente por debajo del nivel de los ojos, unos 10 a 20 grados de inclinación.
·         Descansando los ojos con frecuencia, para ello es necesario cerrarlos y cambiar la vista a algún objeto lejano para acomodar el cristalino.
·         De preferencia utilizar luz natural en lugar de artificial. En caso de que sea artificial, es recomendable utilizar simultáneamente dos fuentes de luz: una ambiental y otra sobre la mesa de trabajo, para que no existan importantes contrastes entre lo que queda dentro y fuera del enfoque de la visión.·         Utilizar una pantalla o lentes antirreflejantes.



 ·         Trabajar los textos con letras grandes y legibles, aunque en la versión final se cambien por así      requerirlo las presentaciones.
·         Levantarse y caminar por lo menos 5 minutos entre cada hora, descansando la vista y la postura.
·         En caso de dolor de cuello, dejar un momento la computadora, relajarse, caminar y cambiar de lugar, mover la cabeza y girarla lentamente hacia un lado y otro cerrando y abriendo los ojos.
·         Limpiar la pantalla regularmente, si está sucia dificultará la visión.
·         Parpadear regularmente para evitar el ojo seco.
 ·         Utilizar lentes con protección ultravioleta, antirreflejantes y con graduación, si la requiere.
Ejercicios Oculares para mejorar la visión:

    Este es un video donde podemos ver algunos ejercicios que podemos en practica para mejorar la vista.